Alquimia: Cómo convertir el papel en oro

Haciendo dinero de la nada y cambiando papel por oro

reservafederalLos «expertos financieros» locales («Ámbito Financiero» o Marcelo Bonelli de Grupo Clarín), nos adelantan que tal día se reunirá Mr. Allan Greenspan con la Mesa de Directores de la Reserva Federal, que posiblemente suba o baje la tasa de interés, y las consecuencias que puede tener eso sobre la economía, etc.

Esto se liga a la emisión o el corte de dinero circulante. Acá viene la primer trampa. Históricamente el papel emitido representaba una cantidad de oro detrás de él. Pero también pueden ser otros bienes de respaldo al Dinero emitido (p.ej. Tierra). En el caso de la Reserva Federal, que tiene depósitos de oro pero no emite contra él, están los Bonos del Gobierno.

1er. Paso: Para emitir, la Reserva Federal compra a través de su Comité de Mercado Abierto – Open Market Committee, una cantidad de Bonos del Gobierno por el cual este pagará Interés al rescatarlos.

2do. Paso: La Reserva Federal no paga dólares en efectivo al Gobierno sino que le entrega cheques de Bancos.

3er. Paso: El gobierno deposita los cheques de la Reserva Federal en Bancos propietarios de la Reserva Federal

4to. Paso: Estos Bancos descuentan esos cheques en la Reserva Federal y esta comienza a «darle a la máquina». Así la Reserva ganó el derecho de emitir los dólares deseados en todo el mundo y con sólo recibir papeles del gobierno como respaldo.

Con estos dólares se pueden hacer guerras, apoderarse de los depósitos de petróleo del mundo y hasta comprar oro. Se convierten los papeles en oro y toda su estrategia se basa en manipulación financiera.

Desde 1971, cuando Nixon eliminó el respaldo oro del dólar, éste es sólo un papel pintado.

Durante décadas EE UU pudo «empapelar» el mundo, gracias a la supremacía política y económica adquirida luego de la Segunda Guerra Mundial. ¿Pero cuánto tiempo más durará esta ficción?

Lo que hoy llamamos «comercio mundial», consiste en gran parte, en la compra por parte de los países desarrollados, de bienes del productor que ofrezca precios más bajos, que se pagan, no con otros bienes, sino con papeles (dólares). Mientras los países productores sigan inmovilizando en sus reservas gran parte de esos papeles, la ficción se mantendrá.

En una nota del economista liberal Juan Alemann en La Razón de Buenos Aires, del 25/06/2004, vemos como China, Corea y Japón, aumentaron sus reservas en U$S 590.000 millones en los años 2003/3:

«…Con esto los asiáticos sostienen el dólar, lo que les permite seguir exportando con comodidad a los EE.UU., financiando el déficit del balance comercial de ese país. Al mismo tiempo, como colocan esos dólares en títulos públicos de los EE.UU. («treasuries»), financian el extravagante déficit de presupuesto del 5% del PBI….»
En Clarín del 10/8/07, en un artículo donde dice que China no atacará el dólar (vendiendo parte de sus inmensas reservas) se lee:

«…La economía de EE.UU. depende sustancialmente de que el resto del mundo le demande dólares (que emite sin respaldo de ningún tipo) y bonos, ya que con eso consigue fondear sus déficit comercial y fiscal, ambos récord durante el gobierno de Bush…»

Pero la ficción podría estar terminando. La realidad es que tanto China, como los bancos centrales de otros países, están pasando poco a poco parte de sus reservas en dólares a otras monedas.

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